DISFAGIA: cuando comer es el problema

¿Qué es la DISFAGIA?

Antes de explicar qué es la disfagia, debemos tener claro qué es la DEGLUCIÓN en sí y en qué consiste, ya que todas las personas la llevamos a cabo varias veces (entre 580 y 2000 veces al día) pero quizás no somos conscientes de lo que realmente implica.
Deglutir es el acto de transportar alimentos, saliva y líquidos desde la cavidad oral, hasta nuestro estómago. El objetivo principal de la deglución es alimentarnos para que estemos nutridos e hidratados. Este acto que parece “sencillo”, realmente es un proceso complejo que conlleva control neuromuscular y que implica una perfecta coordinación de muchas estructuras musculares voluntarias e involuntarias.

 

Dentro de la deglución debemos tener en cuenta dos aspectos fundamentales:

  • La eficacia de la deglución – ingerir todas las calorías y agua necesaria para mantenernos en el mejor estado nutricional e hidratación posible.
  • La seguridad de la deglución – ingerir dichas calorías y agua sin que se originen infecciones respiratorias.

DISFAGIA

Por tanto, la DISFAGIA es la alteración en el acto deglutorio, es decir, la dificultad o incapacidad de comer y beber por vía oral. Pueden presentarse algunos síntomas como tos, atragantamiento, sensación de “nudo en la garganta”, entre otros. Dependiendo de si la disfagia es leve, moderada o grave, la persona puede alimentarse por boca (necesitando distintos tipos de adaptaciones) o va a necesitar la alimentación por medio de sonda.

 

Daño Cerebral
Daño cerebral

Son muchas las enfermedades que pueden cursar con Disfagia; después de un daño cerebral adquirido (Ictus, Traumatismos Craneoencefálicos…), dependerá de la zona cerebral que se dañe y la repercusión que tendrá

dicho daño en las estructuras implicadas en todo el proceso de la deglución. Las enfermedades Neurodegenerativas como la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) o la Esclerosis Múltiple (EM) también aparece disfagia por la degeneración asociada a la propia enfermedad; otras como Alzheimer o Parkinson; también se asocia la disfagia a personas de avanzada edad, y personas con tumores en cabeza o cuello.

 

 


 

Independientemente de cuál sea la causa, la presencia de desnutrición empeora el pronóstico vital, aumenta las complicaciones y disminuye la recuperación funcional.

 


 

El logopeda (junto con otros profesionales) realiza la evaluación y rehabilitación de las estructuras implicadas; modificando texturas en los sólidos y líquidos, mediante maniobras de deglución y maniobras posturales, además de enseñar técnicas facilitadoras para cada caso específico. En el centro de EnContexto Cartagena contamos con profesional especializado en la evaluación y  tratamiento en los casos de Disfagia a lo largo del desarrollo vital.

 


Es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones generales para un paciente con disfagia

 

  • POSTURA: es muy importante para facilitar el proceso deglutorio y evitar atragantamientos. La persona con disfagia debe colocarse sentado en posición erguida, con los pies apoyados en el suelo y la espalda recta. Si no fuera posible, se puede corregir la postura con ayuda de almohadas o cojines. En caso de que se administre la comida, debemos colocarnos a la misma altura o por debajo de sus ojos para mantener la cabeza recta.

 

  • AMBIENTE TRANQUILO: aunque parece obvio, es importante que esté en un entorno tranquilo para evitar distracciones o acelerar la alimentación a consecuencia de un ambiente estresante.

 

  • NO HABLAR durante la comida.

 

  • FIJACIÓN DE PRÓTESIS DENTALES: en caso de usarlas, asegurarnos que están bien fijas antes de la ingesta.

 

  • SIN PRISA: acelerar el proceso deglutorio en un paciente con disfagia puede desencadenar tos, aspiraciones e infecciones respiratorias. Hay que tener en cuenta las pausas entre un bocado y otro, asegurando que ya se ha deglutido para dar el siguiente.

 

  • EVITAR MEZCLA DE TEXTURAS: cuando la persona con disfagia come, debemos garantizar que su alimentación sea, sobre todo, segura. Para conseguirlo deberemos procurar evitar la presencia de dobles texturas (líquido y sólido en la misma comida), alimentos que puedan fragmentarse (frutos secos, pan tostado), alimentos con semillas o espinas. Siempre se intentará que la textura sea homogénea.

 

Disfagia

  • LIMITAR LA COMIDA: es importante tener presente el volumen y la consistencia que se pueda deglutir de forma segura (sin aspirar) y eficaz (en tiempo y cantidad suficiente), si incrementamos el volumen que puede tolerar, se puede complicar el proceso deglutorio con acúmulo de residuos en la cavidad y eso conllevaría más riesgo.

 

  • CORRECTA HIGIENE BUCAL: de este modo, evitaremos colonizaciones bacterianas, y también nos aseguraremos de que no queden residuos en la cavidad oral o faringe después de cada comida.

 

  •  REPOSO: permanecer al menos 30 minutos reposando (no tumbarse justamente después de la ingesta).

 

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